Fauna salvaje en peligro

La mayoría de las personas que visitan los espacios naturales creen que saben respetar y proteger a las criaturas que viven en ellos, pero a veces sus actos contradicen sus buenas intenciones. Por ejemplo, algunos visitantes creen que tirar restos de comida en el bosque beneficiará a los animales. En realidad, los efectos suelen ser justo los contrarios. Los animales que aprenden a asociar a los humanos con la comida pierden su cautela innata y pueden exponerse a situaciones peligrosas. También son más sanos cuando se ciñen a las dietas con las que evolucionaron en lugar de aprender a depender de alimentos no autóctonos.

Acercarse demasiado a los animales salvajes puede tener consecuencias no deseadas y perjudiciales. En el mejor de los casos, añade un estrés innecesario al animal, que puede huir y quemar más calorías. En el peor de los casos, la fauna puede pasar del instinto de huida al impulso de luchar contra el intruso. Ya sea un alce a la carga, una serpiente de cascabel enroscada o una osa protectora, los animales pueden herir e incluso matar a los humanos que se acercan demasiado.

La solución

Aprenda un marco de prácticas de mínimo impacto para respetar y proteger la fauna salvaje.