Alto a la política de no dejar rastro

No Deje Rastro nunca debe utilizarse para avergonzar, acosar, excluir o vigilar a las personas que practican actividades al aire libre. Punto y final.

Practicar el No Deje Rastro es precisamente eso: una práctica. Se trata de acción, no de perfección. Todos hemos ensuciado accidentalmente. Todos hemos impactado en nuestras zonas al aire libre sin querer. Todos hemos aprendido algo nuevo y hemos ajustado nuestras acciones. Ninguno de nosotros es perfecto y no debemos esperar la perfección de los demás.

Aunque No Dejar Rastro es nuestro nombre, lo que la organización pretende es que todas las personas dejen el menor rastro posible. Si realmente no dejáramos rastro, no habría senderos, campings ni aparcamientos. En lugar de eso, buscamos un equilibrio entre disfrutar de la naturaleza, conectar con ella a nuestra manera única y personal, y minimizar el impacto que podamos causar. Ese es el trabajo de la organización No Deje Rastro.

En los últimos años, en la organización Leave No Trace hemos observado un aumento del número de personas que utilizan nuestro nombre, Leave No Trace, de una forma que nunca fue su intención: lo han convertido en un arma. Hemos visto a algunos utilizarlo para avergonzar o acosar a la gente en nombre de la protección de la naturaleza, pero no podemos proteger la naturaleza excluyendo a la gente. Estamos convencidos de que las actividades al aire libre son para todos y de que la protección de la naturaleza requiere la colaboración de todos. Denunciamos la vergüenza y el acoso organizado.

Aunque puede ser tentador argumentar que avergonzar es un medio de educar, la investigación no apoya este argumento. June Price Tangney, Doctora en Filosofía, y Jessica Tracy, Doctora en Filosofía, escriben en Handbook of Self and Identity: "Existe la suposición generalizada de que, dado que la vergüenza es tan dolorosa, al menos motiva a las personas a evitar 'hacer el mal'. Resulta que prácticamente ninguna prueba directa apoya esta supuesta función adaptativa de la vergüenza. Al contrario, las investigaciones sugieren que la vergüenza puede incluso empeorar las cosas".

Avergonzar en nombre de la educación tiene muchas consecuencias no deseadas. Sobre todo en el caso de las personas históricamente excluidas de los espacios al aire libre, esta vergüenza puede hacer que se sientan inseguras y no bienvenidas en un espacio que debería trabajar para eliminar barreras, no para crear más. 

Si realmente queremos desempeñar un papel más activo en la educación, es mucho más eficaz mantener conversaciones con nuestros amigos y familiares o participar en iniciativas locales como voluntarios. Estos enfoques crean espacio para el aprendizaje en lugar de para la vergüenza. 

Recuerde que todos estamos en constante crecimiento. Incluso la propia organización Leave No Trace sigue aprendiendo y adaptándose, utilizando la ciencia y la investigación emergentes para actualizar nuestros principios y prácticas a medida que comprendemos mejor nuestra conexión con la naturaleza. 

Normalicemos el aprendizaje, el crecimiento y la adaptación, y concedámonos mutuamente el beneficio de la duda mientras lo hacemos.