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Pequeña basura, gran impacto

Invitado - 17 Noviembre 2015
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Tucson, AZ - Alcanzo una botella de agua cercana y bebo lentamente para humedecerme los labios. Meto la mano en el bolsillo lateral de la tienda e inmediatamente encuentro mi linterna frontal. Después de 8 meses viviendo en una tienda de campaña y trabajando en la carretera como Subaru/Leave No Trace Traveling Trainer, sé exactamente dónde está. Jenna y yo tenemos un sistema, aquí no hay que andar a tientas. Todavía en el saco de dormir, cojo mi chaqueta de plumas. Me la pongo con rapidez y precisión y cierro la cremallera. El aire de la mañana es fresco, justo como me gusta. Me incorporo y, al mismo tiempo, me quito el saco de dormir. Me pongo los pantalones mientras intento no despertar a Jenna al abrir la puerta de la tienda, pero ella ya se ha levantado. Con un movimiento familiar me doy la vuelta y le susurro: "Buenos días. Va a ser un gran día".

Termino de abrir la puerta de la tienda. Busco mis calcetines en el bolsillo interior y deslizo los pies en su magnífico calor. Meto los pies en los zapatos mientras me pongo de pie fuera de la tienda y respiro hondo. Me alegra respirar el aire de la montaña. Me dirijo a nuestro Subaru y abro la escotilla. Sin pensarlo mucho, la costumbre se apodera de mí y muy pronto el café está listo mientras el sol asciende por la línea de la cresta. Tomo un buen trago, cojo la cámara del coche, me pongo a jugar con los ajustes y saco unas cuantas fotos del amanecer.

Como a veces es inevitable en la vida en la carretera, llegamos a este camping al anochecer, con nuestras expectativas puestas en una vista increíble por la mañana. A primera vista, lo conseguimos. Es precioso. Este lugar es increíble. Entonces, cuando dejo que mi mirada se desvíe del horizonte y empiezo a caminar, mis zapatos sueltan un crujido que me sobresalta. Al parpadear y centrarme en el suelo, me doy cuenta de la causa: un trocito de envoltorio de una chocolatina. A esto lo llamamos microbasura.  

La microbasura son pequeños trozos de basura del tamaño de un grano. Algunos ejemplos de microbasura son las esquinas rotas de envoltorios de chocolatinas y barritas energéticas, tapones de botellas de plástico, trozos aleatorios de plástico de colores, botellas de cristal rotas, etiquetas de fruta, envoltorios de chicles, colillas de cigarrillos, etiquetas arrancadas de botellas de bebidas deportivas y la lista continúa.

Este pequeño crujido me despertó a toda la microbasura esparcida por la zona como huevos de Pascua que habíamos pasado por alto a la tenue luz de la noche. La yuxtaposición de basura y belleza que me rodeaba me paró en seco y debilitó mi postura. Me quitó el ánimo. Como Subaru/Leave No Trace Traveling Trainers nos esforzamos mucho por enseñar la importancia de tirar la basura y reenvasar los alimentos para reducir los residuos, entre otras muchas éticas al aire libre. También vemos montones y montones de impactos, que al final del día pueden cansarnos mucho, sobre todo cuando el impacto es evitable, como suele ocurrir con la microbasura. Así que esta basura aparentemente pequeña e insignificante tiene en realidad un gran efecto en nuestra experiencia personal. Por no hablar del papel negativo que la microbasura puede tener en un ecosistema. Un ejemplo de ello es la amenaza que la microbasura supone para las aves.

Los carroñeros naturales y las aves curiosas, como el cóndor de California, se sienten atraídos por pequeños trozos de basura coloridos o brillantes que destacan en comparación con el resto del entorno. Suelen buscar y consumir microbasura, que no pueden digerir adecuadamente. El ciclo empeora cuando las madres cóndoras llevan microbasura a su nido para los polluelos. Esta microbasura puede alojarse en el tracto gastrointestinal de los polluelos y causar impactación, lo que puede impedir que las aves digieran los alimentos, provocando en última instancia la inanición y la muerte.

En nuestro papel de formadores itinerantes Subaru/Leave No Trace sabemos que podemos marcar la diferencia e inspirar un sentido de responsabilidad entre las personas a las que tenemos el placer de enseñar y con las que interactuamos. También sabemos que la educación que impartimos debe empezar por nosotros mismos. Una de mis citas favoritas que me ha inculcado este concepto es: "No te quejes de la nieve en el tejado de tu vecino cuando tu propia puerta está sucia" - Confucio. Depende de nosotros practicar la ética de "no dejar rastro" en nuestras actividades personales. Así que esta fresca mañana me agaché, recogí el envoltorio de la chocolatina, hice un rápido barrido del resto del camping en busca de microbasura y me recordé a mí mismo que "sí, los impactos existen, pero podemos hacer algo al respecto". Y si hay algo que he reconocido durante este viaje es que el mundo en que vivimos está lleno de lugares magníficos que merece la pena cuidar.

Al final del día, o en este caso al principio del día, es importante recordar que este gran impacto puede evitarse tirando la basura en tu próxima aventura.

Ayudando a mantener nuestra naturaleza salvaje,

Jenna y Sam - Subaru/Leave No Trace Traveling Trainer Team West

Jenna Hanger y Sam Ovett, de Leave No Trace, forman parte del Programa de Formadores Itinerantes Subaru/Leave No Trace 2015, que ofrece educación gratuita y móvil a comunidades de todo el país. Entre los orgullosos socios de este programa se encuentran Subaru of America, Deuter, Hi-Cone, REI, Smartwool, The North Face y Yakima.

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