Cada persona puede marcar la diferencia

Una historia de éxito en la carretera

Reflexionando sobre el año pasado como equipo Subaru/Leave No Trace, parece como si hubiéramos metido más de 5 años de aventura en 12 meses. En el último año, mi compañero y yo hemos conducido por más de 30 estados ofreciendo 115 programas de trabajo con NPS, BLM y FS Rangers y personal, con estudiantes de diferentes universidades, y una variedad de organizaciones que han incluido todo, desde talleres de 1,5 horas a cursos de 2 días de entrenador, festivales de varios días y Hot Spots. Con más de 300 noches en la carretera durante el año pasado, hemos trabajado y acampado en al menos 12 Parques Nacionales y Monumentos, hemos navegado en kayak en 18 masas de agua, hemos montado a caballo en los Grandes Tetons y hemos recorrido Yellowstone y el Gran Cañón con mochila, ofreciendo formación sobre el programa "No dejar rastro" durante todo el trayecto. 

Al ofrecer estos programas, a veces sólo estamos en el mismo lugar uno o dos días, por lo que no siempre vemos a las personas poner en práctica lo que han aprendido. Así que, aunque hemos tenido muchos éxitos en nuestro tiempo ofreciendo educación gratuita en la carretera, hay un momento específico que no es particularmente glamuroso, pero que destacó para ambos como un momento de éxito como educadores. 

El pasado mes de julio estuvimos en las Colinas Negras de Dakota del Sur impartiendo talleres al personal del Servicio Forestal y programas nocturnos y de divulgación de senderos para el público en general. Acampamos en el mismo camping durante una de nuestras estancias más largas (11 días) y pudimos conocer la zona y a nuestros anfitriones y vecinos. 

Un día, nuestro vecino de acampada se acercó a nuestro camping y nos preguntó: "¿cómo elimino correctamente el agua de fregar?". En este camping no había fregadero, sino un grifo que daba directamente al suelo sin desagüe. Muchos campistas habían estado lavando los platos en el grifo, dejando sus aguas grises y restos de comida que empezaban a atraer a los animales, provocando condicionamiento alimentario y habituación. Les explicamos lo que sugiere No Deje Rastro : llevar las aguas grises a 200 pies del campamento, los senderos y el agua, colar las partículas de comida y empacarlas con usted, y luego verter el agua. Nuestro vecino de campamento nos dio las gracias y charlamos de otras cosas antes de que siguieran su camino. Al día siguiente, cuando salíamos del camping para dirigirnos a un taller que ofrecíamos ese día, vimos a nuestra vecina de campamento a más de 200 pies de distancia de nuestro campamento, agua y senderos tomándose el tiempo de dispersar su agua de fregar colada, tal y como le habíamos sugerido. En ese momento, al verla tomarse el tiempo de hacer lo que podía para ayudar a minimizar su impacto individual, sentimos el poder que puede tener la educación cuando las personas se inspiran para aprender y actuar.

Cuando trabajas para cuidar el mundo natural, no se trata de lo que haces cuando la gente te mira. Se trata de lo que eliges hacer cuando estás solo, cuando tienes que tomar esas decisiones éticas, grandes y pequeñas, cada día. Cuando vimos a nuestra vecina del campamento por su cuenta, eligiendo hacer lo que puede llevar más tiempo y más trabajo pero que a la larga tendrá un efecto más positivo, nos dio esperanza. Porque, al fin y al cabo, de eso se trata en No Deje Rastro: de aprender lo que uno puede hacer a nivel individual para minimizar su impacto en el mundo natural y de actuar para garantizar que todos los ecosistemas del mundo estén sanos, florezcan y sean un lugar seguro para el disfrute de todos. A todos los agentes del cambio que dedican tiempo de su vida cotidiana a trabajar y minimizar su impacto, les saludamos. Gracias por todo lo que hacéis.